EL OJO CLINICO DE LA TECNOLOGIA

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domingo, 18 de mayo de 2008

Puntos malignos de acceso inalámbrico a Internet

(NC&T) Así lo afirman expertos en Internet inalámbrica y cibercrimen de la Universidad de Cranfield, asociada de la Academia de Defensa del Reino Unido.

En esencia, los usuarios piensan que se han registrado en un punto de acceso inalámbrico cuando, de hecho, los han engañado para conectarse a la estación base no autorizada del atacante. Para anular la conexión a una estación legítima, las estaciones ficticias envían una señal más fuerte cerca del cliente inalámbrico, convirtiéndose en un "Gemelo Malvado".

Una vez que el usuario se conecta al "Gemelo Malvado", el ciberdelincuente puede interceptar los datos que se transmitan, como detalles bancarios o información personal. Los delincuentes no tienen que ser demasiado diestros para llevar a cabo semejante ataque. Debido a que las redes inalámbricas están basadas en señales de radio, éstas se pueden detectar fácilmente sintonizando la misma frecuencia.

Los usuarios son invitados a registrarse en el servidor del atacante, proporcionando así durante ese inicio de sesión, información confidencial como nombres de usuario y contraseñas, la cual puede usarse por otras personas no autorizadas. Este tipo de cibercrimen pasa generalmente inadvertido debido a que los usuarios ignoran lo que está ocurriendo hasta mucho después del incidente.

También pueden realizarse ataques para entorpecer el funcionamiento de la red, o de total denegación de servicio. El atacante puede hacer que la red de la víctima "ayude" en el ataque haciendo menos probable la detección de la disminución del rendimiento.

Dada la extensión y popularidad de las redes inalámbricas, de las que según la compañía IDC, se vaticina un incremento de 7.800 a casi 22.000 para el año 2008, los usuarios necesitan ser cautelosos al usar su laptops u otros dispositivos portátiles con Wi-Fi para realizar transacciones financieras o transmisiones de naturaleza confidencial o personal.

Además, los usuarios pueden protegerse asegurando que su dispositivo Wi-Fi tenga las medidas de seguridad activadas, pues en la inmensa mayoría de casos, las estaciones base vienen configuradas por el fabricante en el modo menos seguro posible.

La Universidad de Cranfield reconoce que ésta es una nueva área del cibercrimen donde se requiere más investigación.
ARTURO LUGO

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